25/3/12

LA MAGIA Y SUS 3 CLASES DE ELEMENTOS


Los Elementos del primer orden son los puros, que no cambian ni sufren mezcla alguna, y que son incorruptibles; Sus virtudes no pueden ser explicadas, pues lo pueden todo sobre todos los seres, y quien las ignore no puede llegar a operar efecto maravilloso alguno.
Los Elementos del segundo orden son compuestos, diferentes e impuros; por tanto, se los puede reducir mediante el arte a su simplicidad pura, la que una vez adquirida, tiene una virtud que acuerda la perfección en todo sobre todas las cosas, a las operaciones más ocultas de la naturaleza misma, y que es el fundamento de toda la Magia natural.
Los Elementos del tercer orden no son Elementos en su principio ni por sí mismos, sino compuestos, diferentes, dueños de diversas clases de cualidades, pudiendo cambiar uno en el otro recíprocamente: son un medio infalible, y he aquí porqué se llaman la naturaleza media o el alma de la naturaleza media. Pocos son los que entienden sus profundos misterios. De ellos depende por ciertos órdenes, ciertos números y grados, la perfección de todo efecto. Son maravillosos en todas las cosas naturales, celestes y super-celestes, y llenos de misterios que pueden operar en la Magia, tanto natural como divina, pues es por ellos que se establecen las relaciones, disoluciones y trasmutaciones de todas las cosas, v se llega al conocimiento de la predicción del porvenir, a la invocación de los espíritus benefactores y a la exterminación de los demonios.
Nadie realizará nada en las ciencias secretas de la Magia y de la naturaleza sin estas tres clases de Elementos y sin conocerlos bien.
Mas quien quiera sepa reducir los unos en los otros, los impuros en puros, los compuestos en simples, y discernir su naturaleza, virtud y potencia en número, grados y orden, llegara fácilmente al conocimiento perfecto de las cosas naturales y de los secretos celestes.
LOS CUATRO ELEMENTOS
 Se hallan en los Elementos;
La cólera es como el fuego.
La sangre como el aire.
La pituita (mucosidad) como el agua.
La bilis negra como la tierra.
En el Alma:
El entendimiento es como el fuego.
La razón como el aire.
La imaginación como el agua.
Los sentidos como la tierra.
 Los Sentidos:
La vista participa del fuego; realiza sus operaciones  por el fuego y la luz.
El oído participa del aire, ya que el sonido no es sino el golpe del aire.
El olfato y el gusto, con el agua, sin cuya humedad no hay sabor ni olor.
El tacto es totalmente terrestre y se relaciona con los cuerpos más densos.
Esta analogía se halla incluso en las Operaciones del hombre:
El movimiento tardo y solido se relaciona con la tierra.
El miedo y la lentitud con la pereza tienen relación con el agua.
El humor alegre y amable, con el aire.
Un natural impetuoso y colérico se parece al fuego.
Lo mismo ocurre con los Espíritus: Unos se parecen al fuego, otros a la tierra, otros al aire y otros al agua.
Se dice también que los cuatro ríos de los infiernos tienen:
Flegetón, fuego.
Cocito, aire.
Estigia, agua.  
Aqueronte, tierra.
En los órdenes angélicos están:
Los Serafines, las Virtudes y las Potencias, corresponden al fuego.
Los Querubines, de la tierra.
Los Tronos y los Arcángeles, del agua.
Las Dominaciones y los Principados, del aire.
Las casas en la astrología:
Las Casas 1, 5, 9, inscriben el triángulo de Fuego en el cielo.
Las Casas 2, 6, 10, forman en el cielo el triángulo de la Tierra de los Vivos.
Las Casas 3, 7, 11, forman el triángulo de Aire.
Las Casas 4, 8, 12, forman el triángulo de las Grandes Aguas Celestes.
 Así:
Aries toma su principio del fuego; Leo, su progreso; y Sagitario su fin.
Tauro extrae su principio de la tierra; Virgo su progreso, y Capricornio su fin.
Géminis extrae su principio del aire; Libra, el progreso; y Acuario, su fin. Cáncer toma su principio del agua; Escorpio, el progreso; y Piscis, el fin.
 Los triángulos de Tierra y de Agua se cortan formando un Hexagrama o Estrella de Salomón. Lo mismo sucede con los triángulos de Fuego y de Aire.
 Luego de los cuatro Elementos simples,
FUEGO -AGUA –TIERRA- AIRE
 
 Siguen los cuatro géneros de los compuestos perfectos,
LAS PIEDRAS, LOS METALES, LAS PLANTAS Y LOS ANIMALES.
 Las piedras:
Las oscuras y más pesadas provienen de la tierra.
Las trasparentes y compuestas de agua provienen del agua, como el cristal, el berilo y las perlas en las conchas.
Las que nadan en el agua están compuestas de aire y son esponjosas como la piedra pómez y la toba.
Compuestas de fuego son el ladrillo y la cal.
Los metales, están compuestos de:
Tierra, como el plomo y la plata.
Además de agua, como el mercurio.
Del aire, como el cobre y el estaño.
Y de fuego, como el oro y el hierro.
En las plantas:
Las raíces se tienen de la tierra por su espesor.
Las hojas del agua por su jugo.
Las flores del aire por su sutileza.
Las semillas del fuego por su espíritu generativo.
Entre los animales existen:
Los que se sustentan en las entrañas de la tierra, como los gusanos, los topos y muchos animales que se arrastran.
Los formados de agua, como los peces.
Los que domina el aire y que no pueden vivir fuera de este.
Los que domina el fuego, como las salamandras y las cigarras,  las palomas, los avestruces, los leones, y aquellos a los que el Sabio llama bestias que soplan un vapor de fuego.
Entre los animales:
Los huesos tienen debida relación con la tierra.
La carne con el aire.
El espíritu vital con el fuego.
Y los humores con el agua.
 Asimismo, existen los calientes, fríos, húmedos y secos que toman sus nombres de las cualidades de los Elementos.
 
 El cuerpo humano esta distribuido en los Planetas y en los Signos. Según la tradición de los árabes:
 El Sol preside el cerebro y el corazón, los muslos, la medula, el ojo derecho y el espíritu de vida.
 Mercurio preside la lengua, la boca y los demás instrumentos u órganos de los sentidos tanto exteriores como interiores, las manos, las piernas, los nervios,  la virtud fantástica.
 Saturno preside el bazo, el hígado, el estómago, la vesícula, la matriz, y la oreja derecha, y tiene virtud receptiva.
 Júpiter preside el hígado y la parte mas carnuda del estomago, el vientre, y el ombligo; por ello en la antiguedad representa un ombligo en el templo de Júpiter Ammon; a Júpiter también le atribuyen las costillas, el pecho, los intestinos, la sangre, los brazos, la mano derecha y la virtud natural;
 Marte preside la sangre, las venas, los riñones, el quilo, la hiel, las fosas nasales, el dorso, la efusión del esperma y la virtud irascible, o las pasiones.
 Venus preside los riñones, los testículos, el pene, la matriz, la virtud seminal, la concupiscencia, la carne, la grasa, la gordura, el bajo vientre, el ombligo, y todo lo que sirve para el accionar de Venus, como el sacro, la columna vertebral y la parte inferior del dorso, y además, la cabeza y la boca con que se da el beso amoroso.
 Y aunque a la Luna se atribuye todo el cuerpo y todos los miembros, a causa de la variedad de los Signos, no obstante se le asignan particularmente el cerebro, los pulmones, la medula de la espina dorsal, el estómago, las menstruaciones, todos los excrementos, el ojo izquierdo y la fuerza del crecimiento.
 Hermes dice que en la cabeza de un animal hay siete orificios, distribuidos en los siete Planetas:
La oreja derecha a Saturno,
La izquierda a Júpiter,
La fosa nasal derecha a Marte,
La izquierda a Venus,
El ojo derecho a Júpiter,
El izquierdo a la Luna,
Y la boca a Mercurio.
 Así cada figura del zodiaco cuida de sus miembros;
Aries gobierna la cabeza y la cara;
Tauro, el cuello;
Géminis, los brazos y los hombros;
Cáncer preside el pecho, los pulmones, el estomago y los músculos o partes carnudas de los brazos;
Leo preside el estomago, el hígado y el dorso;
Virgo protege las entrañas y el fondo del estomago;
Libra gobierna los riñones, los muslos y las fosas nasales;
Escorpio gobierna las partes genitales, el pene y la matriz;
Sagitario domina los muslos, debajo de las unas y los intestinos;
Capricornio gobierna las rodillas;
Acuario domina las- nalgas y las piernas.
 Los Signos:
Los de Saturno contribuyen a la tristeza y la melancolía;
Los de Júpiter, a la alegría y los honores;
Los de Marte, a la osadía, a las querellas y la cólera;
Los del Sol, a la gloria, la victoria, y el coraje;
Los de Venus, al amor, a la voluptuosidad y a la concupiscencia;
Los de Mercurio, a la elocuencia;
Los de la Luna, a la vida vulgar.
Filosofía oculta de Agripa.