17/7/12

ATAECINA


 
Ataecina o Ataegina, Atégina: 
Diosa ctónica adorada por los antiguos íberos, lusitanos, carpetanos y celtíberos en la Península Ibérica, una de las deidades ibéricas más importantes.

Es la Diosa del Mas Allá, de los Difuntos, también tiene carácter agrícola y lunar. Divinidad Protectora, que guia y cuida a los difuntos en su Reino, y que procura abundancia a los vivos. Era a la vez una diosa madre de la muerte y de la regeneración, del renacimiento o de la vuelta a la vida, diosa telúrica relacionada con el mundo subterráneo o infernal, cuyos poderes curativos y para la fertilidad pueden manifestarse a través de las aguas subterráneas de determinadas fuentes o manantiales de origen profundo. En definitiva, una deidad o ninfa protectora de las aguas mineromedicinales, dispensadoras de la salud y de la fecundidad humana.


Las antiguas poblaciones célticas de la Península Ibérica, se refieren a ella como La/Nuestra "Señora", "La Santa Señora" o "La Santa Diosa".Es representada con diferentes atributos, destacando la paloma blanca, la palma o el ciprés, la vid y la cabra. 

Seguramente, la Diosa que fenicios y cartagineses llamaban Astarté y Tanit, reflejadas en la Dama de Baza y la Dama de Elche respectivamente, fueran otras iconografías de esta Divinidad. Los romanos la asimilaron a Proserpina y los judeocristianos mantuvieron su culto bajo la advocación de Santa Eulalia.
 

ATAECINA significa en celta “NACIDA DE NUEVO” o “RE-NACIDA”. Es una diosa con las mismas o parecidas funciones que la PERSÉFONE griega o la PROSERPINA latina, y de hecho en varias inscripciones aparece  como, ATAEGINA TURIBRIGENSIS PROSERPIN, en el pantano romano de Mérida a cuya diosa estaría consagrado por la clara vinculación que tienen este tipo de divinidades con el agua. Otros hallazgos, como los de Bath, en Gran Bretña, entre otros, prueban esta relación de las aguas y sus divinidades y la magia en el mundo antiguo. 


Es una diosa de la muerte y la regeneración. Nace y muere periódicamente. (para profundizar sobre esto véase el “HIMNO HOMÉRICO A DEMETER” en el que se refleja muy bien este aspecto de renacimiento y muerte de la diosa telúrica y de la vegetación DEMETER y su hija PERSEFONE (ATAECINA PROSERPINA) que se muestra a los mortales periódicamente con las estaciones del año). 


Es curioso destacar que muchos de los yacimientos en los que se han encontrado inscripciones y objetos dedicados a Ataecina se encuentren cerca de explotaciones mineras de hierro y estaño. Esto refuerza el carácter de diosa del Inframundo de Ataecina, ya que en varias mitologías, el dios del Inframundo es poseedor también de los metales y minerales ocultos en las entrañas de la tierra. Un ejemplo sería el dios griego Hades.


                                       

El sociólogo Moisés Espírito Santo afirma que el nombre combina Atta y Jana, el primero un epíteto de la diosa madre arquetípica y el segundo el nombre de la deidad romana Jana (forma femenina de Jano) o posiblemente de Diana, la diosa de la Luna. Este sociólogo también afirma que Ataecina es una deidad compuesta que surge de tendencias sincréticas.
El culto de Ataecina se extendió sobre todo en Lusitania y Bética; El pueblo lusitano adoptó los cultos celta y romano al tiempo que influyeron en dichas culturas con sus propios credos. El dios supremo era Endovelicus (dios de la salud y el bienestar), aunque formaba un triunvirato con Ataegina (diosa del renacer, la fertilidad, la naturaleza y la medicina) y Runesocesius (dios de las jabalinas).
 
                                  

También había santuarios dedicados a Ataecina en Elvas (Portugal) y Mérida y Cáceres en España, además de otras localidades cerca del Guadiana. Fue una de las principales deidades adoradas en Myrtilis (actualmente Mértola, Portugal), Pax Julia (Beja, Portugal) y especialmente en la ciudad de Turobriga.

Por las inscripciones dedicadas a ella se sabe que es la diosa protectora de TUROBRIGA o TURIBRIGA aunque los especialistas no se ponen de acuerdo en dónde situar esta (se duda entre Huelva y Extremadura) o si era una ciudad o una aldea o vicus relacionada con un bosque sagrado ( NEMETON). 

                                           

Pero de hecho, el lugar dónde se han encontrado el mayor número de dedicatorias a la diosa es en la ermita visigoda de santa María del Trampal en Alcuéscar ( Cáceres), evidentemente levantada sobre el antiguo santuario de ATAECINA. Se conocen otros dos santuarios más , uno en Malpartida y otro en Herguijuela, los dos también en Cáceres aunque de menor importancia. 

El santuario del Trampal debió estar situado en un gran bosque sagrado en el límite territorial de tres grandes etnias: VETTONES, LUSITANOS y CELTICI al que seguramente acudirían devotos de las tres. Sería pues una diosa Interétnica y en su BOSQUE SAGRADO seguramente se llevasen a cabo ceremonias comunes ,acuerdos entre etnias, pactos de hospitalidad ,etc

Sarah Wicca                 
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