Para hablar de esta teoría tenemos que remontarnos a 1919. Un físico alemán, Theodore Kaluza, completamente desconocido, sugirió que nuestro universo podía tener más de tres dimensiones, aquellas que todos somos capaces de ver. Lo que a priori podría parecer una idea absurda y descabellada fue posteriormente confirmado por un físico tan representativo como Einstein.
Esta teoría pretende contestar a la siguiente pregunta: ¿cuáles son los componentes básicos fundamentales indivisibles que componen todo en el mundo que nos rodea? Sabemos que los objetos están formados por átomos. También sabemos que esos átomos tienen pequeños electrones orbitando alrededor de núcleos formados por neutrones y protones, y que a su vez, éstos tienen partículas similares en su interior.
Lo que introduce de nuevo esta teoría es lo siguiente: dentro de estas partículas hay algo más, un filamento de energía que está vibrando todo el tiempo (de ahí el nombre de teoría de cuerdas).
Estos filamentos pueden vibrar de maneras diferentes, creando, según la frecuencia con la que lo hacen, las diferentes partículas y en consecuencia, el mundo que nos rodea. Es decir, las diferentes frecuencias con las que vibran estas cuerdas, producen diferentes partículas.
Cuando Kaluza estudió los cálculos matemáticos para desarrollar esta teoría de los filamentos, se dio cuenta de que no funcionaba en un universo con cuatro dimensiones de espacio, ni tampoco con cinco, ni con seis. Según las ecuaciones que estudió, sólo sería aplicable en un universo de que tuviese 10 dimensiones de espacio y una de tiempo. Esto nos lleva a la conclusión de que el mundo tiene más dimensiones que aquellas que vemos.
Si el lector desea saber un poco más acerca de esta teoría, debería ver el vídeo en el que Brian Greene, físico y profesor de la universidad de Columbia explica detalladamente en qué consiste y como se desarrolla la teoría de cuerdas.
Publicado por Miguel Sarabia