La
Diosa-Pájaro aparece en las iconografías y mitologías de otras culturas
arcaicas:
Las
diosas Artemis de Grecia, Bendis de Tracia y Diana de Roma, la báltica Laima, y
la céltico-irlandesa Brigit, serían así descendientes de la prehistórica Diosa
Proveedora-de-Vida, señora de montañas, piedras, bosques, animales... y del
agua. Como patrona de manantiales, pozos, y aguas termales o curativas, otorgaba
y restauraba milagrosamente la salud. Un aspecto de la antigua Diosa-Pájaro es
la Diosa “Pájaro-Negro-de-Presa”, mensajero de muerte con figura externa de
buitre, cuervo, lechuza u otra ave carroñera que posee también cualidades de
regeneración.
En
su forma externa, las Sirenas y la Arpías o las Furias de la mitología griega,
conocidas también como Keres (Destinos)
de muerte, son probablemente descendientes de la arcaica Diosa-Buitre de la
vieja Europa y Anatolia.
En
las pinturas del santuario de Çatal Hüyük en Anatolia central, estudiadas por Mellaart,
el pájaro de presa en esas pinturas ha sido identificado como el grifón o
buitre del Viejo Mundo (Gyps fulvus), Las
patas (piernas humanas) de ese buitre en una de esas pinturas muestran que no
era simplemente un ave, sino una imagen de la diosa.
La
representación de un buitre en los jeroglíficos egipcios significa “Madre”, y
entre los yakts de Siberia, la misma (y una sola) palabra es utilizada para
designar buitre y madre.
La
diosa Neith del antiguo Egipto era representada en forma de buitre, y la diosa
Mut aparece a veces con cabeza de buitre; y en la Odisea, Atenea se transforma en una ocasión en buitre.
En
el País Vasco, Barandiarán describe
a Mari, “la Señora de Amboto” (Diosa de la Montaña), que aparece en algunas
cuevas en forma de buitre.
Cuervos,
buitres, u otros pájaros de presa, aparecen también acompañando a probables druidas,
y en los hallazgos arqueológicos de restos celtíberos realizados en España.
En
las islas de Escocia septentrional no puede ser manifestada en forma de buitre,
que allí no existe, sino como águila y variedades del cuervo.
Estos
hechos apuntan directamente a Badb, una de las tres diosas de la guerra y de la
muerte en la Irlanda céltica, las Morrígna. Badb significa cuervo, y la
Morrígan, otra de las tres, descrita en un texto como an badb
catha, “la cuerva de batalla”, Aparece en
tumbas megalíticas de la Europa Atlántica grabada en forma de lechuza u otro
pájaro de presa.
Tanto
Badb como la Morrígan poseían pues los atributos caracteríticos de la antigua
Diosa-Pájaro, al igual que Dechtire, que aparece en una ocasión como parte de
una bandada de pájaros.
Badb,
“La Diosa de la Batallas”, un “cuervo o un buitre”, adoptaba la forma externa
de un pájaro negro, al igual que lo hacía la Morrígan. Sus atributos aviares
pueden ser comparados con los de la griega Palas Atenea, o la índica Nirrti,
En
la Cornualles céltica del sudoeste de Gran Bretaña está terminantemente
prohibido dar muerte a un chough (chova),
ya que la tradición popular mantiene que el rey Arturo no murió sino que se
convirtió en una de estas aves de la familia de los córvidos.
Epona,
la famosa diosa-equina pan-céltica, aparece también en ocasiones acompañada de
un cuervo, como por ejemplo en Altrier, Luxemburgo.
En
las Galias, Nantosuelta (Río Undulante), aparece en algunos bajo relieves junto
con símbolos como su cuervo y su palomar.
Las
Valkyrias de la Mitología germana están claramente asociadas al cuervo, el
pájaro negro de los muertos que es denominado waelceasing (“el que escoge cadáveres”), un término cognático con waelccyrge o Valkyria.
En
la saga “Togail Bruidne Da Derga”, aparece al lado del rey Conaire en forma de
una vieja y horrible arpía, y al instante siguiente está encaramada en la rama
de un árbol en forma de un cuervo negro; puede por ello ser comparada con la
diosa índica Devi¯, cuyos dientes se tornaban rojos tras devorar a sus
enemigos.
M. Alberro
Glasgow
Archaeological Society