IX’CHEL
“la blanca”.
I
X’U según unos autores, para otros IX’CHEL, Diosa del tejido, de los partos, de
la luna, de las inundaciones, patrona de la medicina, se le asociaba con la u´
o uh, (la runa UR nórdica) asociada con la
divina madre). Los mayas la llamaban “El corazón del cielo”.
La
divina Madre tiene cinco aspectos fundamentales y existe en el aspecto de madre
interior, particular dentro de cada ser humano; cada quien tiene la suya en
forma individual.
1.-
LA INMANIFESTADA, es el akasha de los orientales, la nebulosa macrocósmica de
donde salen los mundos, no tiene forma ni nombre, es impersonal e inefable,
ella es la Prakriti de los indostaníes, sustancia primordial que fecundada
siempre por el Tercer Logos da origen al fuego para que surja la vida.
En
ocultismo se dice que es la manifestación dual de la Unidad (el Padre), EL se
desdobla en ELLA y manda, dirige e instruye, es la femineidad productora y
receptora de toda la naturaleza, de ella todo sale y a ella todo vuelve. En el ser humano la
Madre cósmica asume la forma de una serpiente y la serpiente en la cabeza
indica que es una maestra.
2.-
LA MANIFESTADA, ella es la Isis Inefable de los egipcios, Diana de los romanos,
María del cristianismo, Sofía de los griegos, etc. ella es la inspiración de
los artistas.
3.-
El tercer aspecto es la HEKATE griega, la PROSERPINA de los egipcios, la
COATLICUE de los aztecas, su faceta es el de terror de amor y muerte, es la
reina de los infiernos y la muerte, se traga al ego en los infiernos dantescos
para que la Esencia o Alma vuelva a su prístina pureza.
4.-
LA MADRE NATURA PARTICULAR, aquella que creó nuestro cuerpo físico, cada ser
humano lleva dentro de sí a su madre interior particular. Es Isis como madre de
los elementos de la naturaleza, el fuego, el aire, el agua y la tierra. Este
aspecto representa toda la magia y esplendor de la naturaleza que en forma
generosa otorga a todos sus hijos, sin embargo solemos ser muy egoístas y
crueles con todo lo que nos rodea, sin comprender que el ser humano provoca su
propia destrucción.
5.-
LA MAGA ELEMENTAL INSTINTIVA, la que nos dio los instintos y la fuerza natural
instintiva. El estudiante gnóstico debe comprender como trabajar con la divina
Madre en sus cinco aspectos fundamentales.
Para los Mayas IX’CHEL era la madre
generadora, presentada con un doble aspecto; por un lado era la madre benéfica
y maternal y por otro era la destructora, por ello se muestra algunas veces
como una mujer joven, cargando un conejo, asociada a la luna creciente, otras
veces se representa como una mujer anciana, de falda con huesos cruzados y con
una serpiente en su cabeza, los mayas decían que llevaba todas las aguas de los
cielos en su vientre, lleva un jarro lleno de agua y lo vuelca provocando
inundaciones y tempestades de lluvia, es claro que en el vientre de nuestra
divina madre se gesta la creación en medio de las aguas caóticas de la
existencia y su esposo es Itzamná espíritu universal de vida es quien anima al
caos para que haya creación.
En el génesis hebraico escrito está: “… El
espíritu de Dios (fuego) se paseó sobre las aguas y las hizo fecundas” con el
trabajo del fuego y del agua, del sol y de la luna, se gesta la creación tanto
en el universo como dentro de nosotros mismos. En esta faceta aparece como una
diosa vieja, iracunda y destructiva rodeada de símbolos de destrucción y muerte
en el tiempo en que la luna es menguante.
El
Bhagavad Guita menciona que al morir se presentan dos senderos, uno luminoso y
otro oscuro, el primero corresponde al de la quincena luminosa de la luna y el
segundo es el de la quincena oscura de la luna, por el primero se emancipa y
por el segundo se renace (retorna). El ego tiene un principio y tendrá un fin.
El Ser no nace ni muere ni se reencarna, no tiene origen, es eterno, inmutable,
el primero de todos y no muere cuando el cuerpo fallece.
Es
de hacer notar que nuestra Divina Madre es la única con poder para eliminar los
elementos indeseables que en nuestro interior llevamos a cambio de un trabajo
continuo sobre sí mismos, cuando hemos comprendido en forma consciente y
voluntaria nuestros errores, empero en los mundos infiernos toma el aspecto de
la Madre Terror de Amor y Ley que por misericordia desintegra los defectos con
dolor y sufrimientos con el objetivo de que la Esencia, conciencia y alma se
purifiquen y tengamos nuevas oportunidades de llegar al auto-conocimiento, a la
que los mayas representan como diosa destructora y terrible.
IX´U
(Dios madre) es el aspecto femenino de Dios, la Luna en otra faceta, es símbolo
de feminidad, de amor y ternura. Es claro que cada uno de nosotros lleva en su
interior a la Virgen madre, nuestra madre divina interior al igual como la
representaron los mayas. El conejo es símbolo de fecundidad.
Incuestionablemente
la serpiente es símbolo esotérico de la sabiduría y el conocimiento oculto. La serpiente
desde tiempos inmemoriales ha sido relacionada con el Dios de la Sabiduría. Los
mayas y muy especialmente los iniciados, dejaron a la humanidad grandes
mensajes relacionados con las fuerzas cósmicas que siempre han tratado de
ayudar al hombre para que éste regrese al estado virginal, paradisiaco en el
cual se encontraba antes de la caída edénica o pérdida del poder conscientivo.
La cultura maya es una serpiente y nos habla del poder de la serpiente.
Solo
las civilizaciones serpentinas son verdaderas culturas, verdaderas
civilizaciones.
En
el libro de los mayas el Popol Vuh, el ave y la serpiente figuran como
creadores sexuales del Universo. Según una leyenda maya el Dios Itzamná creó al
mundo con su consorte la diosa Ixchel, procreando a los dioses Yum Caaz (dios
del maíz), Ek Chuah (Dios del comercio) y a los dioses de los sacrificios y de
las estrellas y sus hijas fueron las diosas de las aguas, de la noche y del
paraíso. Entre los mayas el paraíso terrenal es el Tamoanchán, el sagrado lugar
de la serpiente, del pájaro serpiente y el lugar de origen de los Dioses
creados por la pareja original y se encontraba, más allá de los trece cielos.
Enviado por Ma. Guadalupe Licea R. Instructora en San
Luis Potosí, S.L.P.